miércoles, 19 de marzo de 2014

Santas o Perdidas??? (Parte II)


Buen diiia!!! ... una nueva semana nos da la oportunidad de seguir refiriendonos a cuestiones relacionadas con el tango y las mujeres. 
Retomemos la problematica del miercoles anterior. Empecemos ya!!!
En las primeras letras de tango abundan las perdidas, aquellas que tratando de salir de un medio social pobre encuentran como único escape la prostitución. Flor de Fango, Margot, Zorro Gris, El Motivo, Mano a Mano, Ivette o Milonguita son claros ejemplos de lo que venimos sosteniendo.

A continuación, vamos a citar párrafos de Flor de Fango de Contursi:

“Justo a los catorce abriles

te entregaste a la farra,

las delicias del gotan,

te gustaban las alhajas,

los vestidos a la moda

y las farras de champán.”

“Fuiste papusa del fango

y las delicias del tango

te espiantaron del bulin;

los amigos te engrupieron

y ellos mismos te perdieron

noche a noche en el festín.”
Pero leerlo, no es lo mismo que escucharlo....

Es interesante observar, como en estos versos de Contursi se refleja la decisión de una adolescente, que para darse ciertos gustos tiene necesariamente que “perderse”. Son muchos los que han sostenido que de esta forma el tango enjuicia a las mujeres. Más bien, lo que aqui se piensa es que la justifica, ya que comprende que la sociedad no le dejó a la mujer otra salida.

Luego vamos a exponer un párrafo de otro tango: El Motivo. Este dice:

“Mina que fue en otros tiempos

la más papa milonguera

Y en esas noches tangueras

fue la reina del festín…

Hoy no tiene pa´ ponerse

ni zapatos ni vestidos,

anda enferma y el amigo

no ha´ portao por el bulín”
Aqui esta, lo quieren oir???
En general, todo deseo vinculado con el lujo y el placer está pensado a través del  binario culpa- castigo, ya que cada una de las que los elija terminará mal: sola, triste, sin amor, angustiada, o en último término, asesinada.

En el tango Ivette, mientras tanto, Contursi mezcla con un sarcasmo que anticipa el grotesco, la perdida con el hombre abandonado. De la mujer se dice:

“Mina que fuiste el encanto

de toda muchachada

y que por una pavada

te acoplaste a un misché”

...y luego de enumerar los regalos de dudoso buen gusto que le obsequiara, concluye así:

“Recordando sus amores, el pobre bacán lloró.”
A escucharlo!!! Esta sin desperdicio!!!

Margot, por su parte, plantea un esquema similar. Su letra de Celedonio Flores, desde el comienzo pinta la semblanza de una mujer en la que el hombre percibe a través de sutiles signos, el origen humilde que ella intenta ocultar.

“Se te embroca desde lejos, pelandruna abacanada

que has nacido en la miseria de un convento de arrabal

hay un algo que te vende, yo no sé si es la mirada,

la manera de sentarte, de charlar o estar parada

o ese cuerpo acostumbrado a las pilchas de percal”.

Más adelante sugiere nuevamente que la causa de su perdición, es el deseo:

“…no fue un guapo haragán ni prepotente,

ni un cafishio de averías el que al vicio te largo,

vos rodaste por tu culpa y no fue inocentemente

berretines de bacana que tenías en la mente...!”

En este caso, y a diferencia de Pascual Contursi, Flores no le deja a la mujer coartada. La culpa no recae sobre el entorno o los otros, sino sobre ella misma, de allí la bronca con que la maldice al final y el recurso a la invocación de la otra, la santa madre.

“Y tu vieja, pobre vieja, lava toda la semana

pa´ poder parar la olla con pobreza franciscana

en el triste conventillo alumbrado a querosén.”

Asimismo descubre detrás del odio el amor, cuando la nombra como “mi Margarita”.
Y ya en Mano a mano le augura un final atroz:

“y mañana cuando seas desconsolado mueble viejo

Y no tengas esperanzas en el pobre corazón…”
Un tangazo!!! Asi es que ha disfrutarlo!!! 
Por su parte, Francisco García Jiménez, autor de Zorro Gris sentencia con éstas palabras el final de la mujer perdida:

“”…era el intenso frío de tu alma lo que abrigabas con tu zorro gris”
Aqui va!!! 
Finalmente, en Milonguita, nombre que se tornaria genérico para todas las perdidas, Samuel Linning escribe:

Estercita!, hoy te llaman Milonguita,

flor de lujo y de placer, flor de noche y cabaret.

Milonguita! Los hombres te han hecho mal

y hoy darías toda tu alma

por vestirte de percal.
Oigamoslo tambien!!!

Es indudable que todos estos tangos, son claros ejemplos del tipo de mujer que es propio de los ambientes del cabaret entre los años 1917 y 1920.

Como venimos observando, las mujeres tendrian dos posibilidades: el casamiento (y con él la maternidad) como salida, o hundirse en el vicio y la perdición. Ubicadas en uno y otro extremo de la dupla madre-prostituta no se había plasmado la salvación por el amor que aparecerá más tarde en poetas tales como Enrique Santos Discépolo y Homero Manzi.

Es decir, que en las primeras dos décadas del siglo, nuestros poetas populares crean a una mujer perdida por el placer pero condenada por ello mismo, al dolor y a la soledad. Surge así este tipo particular de mujer, la Milonguita, cuyo final según Linning, es elocuente:

“Ay, que sola, Estercita te sientes!

si lloras…dicen que es el champán!...

Que en las letras de tango de los años ´20, la mujer porteña aparezca representada como madre o prostituta, no seria algo que tenga que ver exclusivamente con lo psicológico. También es fruto del contexto que a los poetas del tango (como sujetos históricos) les tocó vivir. Los compositores fueron testigos directos de una época de cambios de diversa índole a los que no escapa la mujer y que provoca cierta reacción en ellos.

Una prueba es el hecho de que en el tango, y en relación con el new-look femenil, se haya un clima de tremendismo, de misoginia, de cierta cosa porteña que jalona una era preocupada y traumada de modo profundo por infantilismos y pueriles opiniones. 
Esto lo reflejan por ejemplo, las palabras de Contursi y la música de Scatasso y del Negro; en el tango, La mina del Ford, estrenado en La mina aburrida que cachó el baúl una noche, expresa la óptica porteña, cachadora, escéptica, burlona, peyorativa y siempre aferrada al julepe de la mina.

Yo quiero una cama

que tenga acolchado

y quiero una estufa

pa´ entrar en calor.

Que venga un mucamo

corriendo apurado

y diga: ¡Señora,

araca, está el Ford!
A escucharlo!!!
Por su parte, Pompas de jabón, con letra de Enrique Cadícamo y música de Roberto Goyeneche, guarda una gran relación, casi umbilical, con Che Papusa oí, también letra de Cadícamo y música de Matos Rodríguez. El primer tango dice:

Pebeta de mi barrio, papa papusa

que andás paseando en auto con un bacán,

que te has cortado el pelo como se usa

y te lo has teñido color champán…

Mientras el segundo tango reza:

Trajeada de bacana bailás con corte

y por raro snobismo tomás prisée

y que en auto camba de sur a norte

paseás como una dama de gran cachet.
Aqui estan para escuchar!!!

Para José Rial que escribió las palabras, y para Rafael Rossi, que compuso la música, la “papa papusa” cadicamoniana debió ser una hecatombe. En Primero yo. Arde Troya poro por poro. Véase:

Para mí no has pelechado, sos la misma cosa,

por mucho que gambetees al pasar con tu Renó;

transparentan tus modales una moral desastrosa,

podrás cambiarte de aperos pero de costumbres no.
Escuchemoslo!!!

Tamaña vergüenza, que horrorizó al binomio Rial- Rossi, se ve acompañada por un julepe de medio tono con letra de Armando Tagini y música de Humberto Canaro. Gloria, se intitula, y dice:

Yo no quiero fama ni champán

ni vivir en un petit hotel,

y a la vuaturé que vos me das

yo prefiero un auto de alquiler. 
Letra y ademas musica!!! Imperdible!!!
La garconne, en definitiva, es ultrajada, vilipendiada y lapidada por los tangos de la época. Así desde el:

…ya no sos mi Margarita, ahora te llaman Margot…

de Celedonio Flores (“Cele”) que hasta pagaría por no verla.
Desamparado en la crisis, vive como un extravío la impronta de la nueva era. Ve a la mujer como una vampiresa de cine alemán, con larga boquilla y Studebaker a la orden. Esto es, apenas, un rasgo de su angustia y de su neurótica relación con el cambio.

Para finalizar se dira, que la mujer porteña en la poética del tango de los años ´20, aparece representada como madre o como prostituta; esto se explica aunque no de manera exclusiva, porque es ahi cuando comienzan a evidenciarse una serie de cambios sobre el rol y condición de vida de la mujer de Buenos Aires...

... inmersos en un contexto cambiante como es el de los años veinte, una realidad que los influyó considerablemente, los compositores de tango crearon sus obras. Un discurso que también experimentó cambios y al que corresponde en este caso un tipo de mujer determinado. 
En otras palabras, detrás de muchas de las letras de tango de aquellos “años locos”, se hallan autores populares, varones que fueron creando un tipo de mujer porteña a partir de lo que estaba sucediendo con el genero femenino de la ciudad. 
...termina asi nuestro analisis de la mujer en la poetica del tango en los años `20. Hasta la proxima semana!!! Los espero con un nuevo tema en relacion a las cantantes y cancionistas del Rio de la Plata!!!
(Dejo mas material para escuchar y leer)
http://www.youtube.com/watch?v=VtsnuFp_CTc 
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero45/mutango.html 

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